Cómo cuidar tu corsé
A continuación se ofrecen algunos consejos sobre cómo limpiar su corsé de forma segura y prolongar su vida útil:
Limpieza:
¡Solo limpieza en seco!
Bajo ninguna circunstancia debes arrojar tu corsé a la lavadora. ¡No me importa si prometes ponerlo en una bolsa de lencería y lavarlo en agua fría en la configuración más delicada! Poner tu corsé en una lavadora lo destruirá por completo, así que limítate a lavarlo en seco.
2. La limpieza local está bien
Si tiene una pequeña mancha o mancha en su corsé, es seguro limpiarlo con un paño húmedo. Comience primero con agua sola y frote suavemente el área sucia para ver si el agua sola es suficiente. Si el agua no es suficiente, use un detergente para ropa delicado sin lejía. ¡Pero usa la moderación! La mayoría de los detergentes para ropa, incluso los destinados a las telas más delicadas, pueden ser bastante concentrados. Una gota debería ser suficiente.
Si decide que necesitará usar algún tipo de jabón para lavar ropa, asegúrese de aplicar el jabón en el paño, en lugar de hacerlo directamente en la zona sucia del corsé, y una vez que haya frotado la zona del corsé, No sumerjas completamente el corsé en ningún tipo de baño para enjuagar el jabón. Más bien, tome un paño limpio, agréguele agua y limpie gradualmente el jabón del corsé.
Una vez completado, deja que tu corsé se seque al aire, preferiblemente fuera de la luz solar directa.
Mantener tu corsé:
1. Condimentar tu corsé es clave
Para asegurar que su corsé tenga una vida larga y feliz, el condimento es muy importante. Entonces, en lugar de apretar ansiosamente su corsé hasta su máxima capacidad al sacarlo de su envoltorio, espere entre 7 y 10 días para que comience a usarlo sin apretarlo completamente durante varias horas al día, y cada día apriételo un poco más y úselo. un poco más. Esto asegurará que el corsé se ajuste bien a su cuerpo y que los huesos no se deformen debido al uso inmediato o agresivo.
2. Si entrenas la cintura, considera alternar entre 2 estilos diferentes.
Esto no solo le dará a sus corsés la oportunidad de descansar entre el uso regular/frecuente, sino que también le brindará diferentes estilos para adaptarse a cómo se sienta de un día para otro. Por ejemplo, en un día en el que te sientas un poco hinchado, un corsé con huesos de acero puede resultarte más cómodo que un entrenador de cintura.
3. Guarda tu corsé en un lugar fresco y seco.
La humedad no es ideal para los corsés debido a su estructura de acero. Limítese a guardar su(s) corsé(s) en un lugar fresco y seco para evitar la oxidación y la deformación de los huesos. También es aconsejable mantener los corsés alejados de la luz solar directa, porque como ocurre con cualquier prenda, el sol puede blanquear la tela y dejarla desigual, o peor aún, debilitarla y dejarla más propensa a deshilacharse o romperse las costuras.
Y ahí lo tienes: ¡5 consejos que te ayudarán a asegurar que tu corsé tenga una vida muy larga!
¡Feliz encaje!
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